Todos los padres nos preocupamos por dejarle a nuestros hijos algo mejor, una mejor vida que nosotros; mejor casa, mejor educación, mejores cosas materiales, etc.
!Déjales una herencia que perdure!
“Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; tú sustentas mi suerte”. Salmos 16:5
Bendiciones!